“¿Y si llevo al Papa una camiseta del Lega?” Esa fue la primera reacción de Pepe Villalta, portero del Cadete A pepinero, cuando le comunicaron que iba a viajar al Vaticano gracias a su participación en el programa educativo ‘SCHOLAS’. Dicho y hecho. El jugador, formado en el club desde que llegó con cinco años, le obsequió con una camiseta personalizada del equipo de fútbol de su vida como así muestran las imágenes tomadas por L’Osservatore romano.
“¿Es para mí?”, le contestó Jorge Mario Bergoglio sorprendido y con una sonrisa en la cara. “Sí. Es de mi equipo de fútbol. Y yo soy arquero”, le contestó Pepe, quien prefirió no decirle que era portero por miedo a una confusión. “Me dijeron antes que para los argentinos, los porteros son esos a los que llamas para que te abran la puerta”, recordaba simpáticamente.
Gracias a un proyecto educativo que analiza los problemas que vive la juventud
“Cuando llegó el Papa me puse un poco nervioso, le presentamos los problemas y al terminar le fuimos saludando uno a uno. Pasé una vez y no le di la camiseta pensando que iba a volver a hablar con él, después me volví a la cola para poder darle la camiseta del Leganés con su nombre”, se sinceraba.
Pero este inesperado encuentro no habría sido posible si no hubiera sido por la formación que Pepe ha ido aprovechando tanto de sus padres y familia, como de los profesores de su instituto el Julio Verne y de sus entrenadores y compañeros en el Club Deportivo Leganés. Precisamente en el Lega recuerda a Mario Soria. “Él fue quien me empezó a modelar. Yo no sabía parar”, indicaba Villalta.
“Surgió un proyecto para ir al Vaticano en el Colegio La Salle. Había muy buen ambiente y estuvimos debatiendo sobre las inquietudes de los jóvenes y los problemas sociales con especialistas. Después salió el sorteo y tuvimos la suerte de que fuimos unos de los elegidos”, explicaba el guardameta acerca del programa ‘Scholas’.
“Mi sueño es subir con el Lega a Primera. A ver si se van a adelantar este año”
Pepe lleva ya diez años en el Leganés. Tiempo más que suficiente para haber vivido todo tipo de emociones en Butarque, incluso de recogepelotas del primer equipo. “Yo siempre había visto al Leganés en Segunda ‘B’, incluso un año cerca de descender. Pero el mejor día fue el del ascenso a Segunda. Lo viví con mi padre en La Plaza Mayor. Fue muy emocionante”, explicaba el pepinero al tiempo que confesaba sus deseos. “Mi sueño es subir con el Lega a Primera, a ver si se van a adelantar este año”, decía entre risas.
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