El 18 de junio de 2004, el Leganés vivía su último día en Segunda división A hasta que diez años después, ya en 2014, el conjunto pepinero regresase a la categoría de plata del fútbol español. Era la víspera del fatídico día del descenso en Butarque ante el Córdoba C.F. con un gol de Nico Olivera.
Tras caer 3-1 en Huelva ante el Recreativo, el Leganés temía en la última jornada liguera el peor desenlace posible para una temporada atípica en la que entró un nuevo inversor, Daniel Grimbank, con la presencia en el equipo de hasta quince futbolistas argentinos, algunos muy conocidos y con campeonatos europeos a sus espaldas como Chamot. Aquél día el Lega ocupaba la decimoséptima plaza y con puntuar le valía para la salvación. Algo, a priori, alcanzable incluso varias jornadas atrás, teniendo en cuenta que los pepineros sólo lograron un triunfo en los últimos 13 partidos de Liga.
