Rafael Quero es locutor de radio en Onda Madrid. Retransmite los partidos del C.D. Leganés desde hace años, y tiene el honor de haber cantado el gol del ascenso a Segunda división el pasado 22 de junio de 2014. Por si había alguna duda de su pasión, es el abonado pepinero nº 284.
“En casa mandamos nosotros”
En un campeonato con tanta igualdad, situarnos a día de hoy en la zona templada de la tabla es para estar más que satisfechos. Amoldarse a la categoría lleva su tiempo, o si no que les pregunten a la mayoría de ex primeras. No obstante somos el mejor equipo de los recién ascendidos, y aunque está claro que aquí lo que cuenta es acabar dónde estamos hoy, cuando el próximo 7 de junio de 2015 recibamos al Zaragoza en Butarque, creo que con el apoyo palpable que he sentido desde mi asiento de abonado estos primeros partidos y con el cohesionado grupo que ha conseguido formar el comandante Garitano, se acabará logrando.
No podemos ganar un partido y pensar que probablemente emulemos la gesta que los eibarreses consiguieron la pasada campaña. Tampoco podemos perderlo y vaticinar el fin del mundo, empezando a colgar a futbolistas del campanario de El Salvador.
Cuando en diciembre del año pasado nos visitó el Sariñena, último clasificado, que daba por perdida la categoría ya en esas fechas, su delegado se cruzó con Asier en vestuarios que reprimido le dijo: “… perderemos míster, pero competimos en todos los partidos”.Por ahí pasa la permanencia, no por la localidad oscense ni por intentar encajar pocos goles, porque al fin y al cabo cuenta meter más que el rival. Disfrutar un año más de la plata pasa por disputar cada balón y porfiar en todos los partidos. Hasta el momento nadie puede decir lo contrario.
Bueno, pasa por la brega y por la evolución. El incremento, avance y prosperidad en instalaciones y desarrollo deportivo es necesario, porque si no, esto no lo aguanta nadie, el fútbol no es lo que era, y esta segunda división tampoco.
Butarque será la clave, estoy convencido. Hemos dejado escapar de nuestro fortín puntos valiosísimos sólo porque a las flechas de nuestros arqueros (y no me refiero a las de Queco y compañía) les faltaban veneno. Una cosa está clara, a día de hoy nadie nos ha pintado la cara, y en nuestra casa menos. Hasta el momento, mandamos nosotros, y así ha de ser y deberá seguir siendo, ¡coño que para eso es nuestra!
Cómo nuevos alumnos que se han reenganchado a un grupo selecto de estudiantes estamos nosotros. Capítulos leídos son los que tenemos por fin este año al contar con el núcleo y bloque principal del curso pasado. Al equipo le saldrán las cosas mejor o peor, pero su propuesta es firme, saben a lo que juegan y eso se nota. Es lo que tiene ser repetidor.
Reza el dicho que lo difícil no es alcanzar la cima, sino mantenerse. ¡Válgame! Diez años estuvimos con el piolet. Y en alguna de esas algún que otro alud casi acaba con nosotros. Han sido dos largos lustros y tenemos sólo un añito por delante para disfrutarlo como Dios manda y hacer lo posible para que sean muchos más. En esas estamos, ya clavamos la bandera, quién tenga más pepinos que nosotros, que suba y nos la quite. ¡Vamos Lega!
