Samuel Eto’o llegó a Madrid siendo un joven de dieciséis años. El Real Madrid le cedió al Leganés en el verano de 1997, para formar parte de un equipo entrenado por Pedro Braojos y que la campaña anterior había firmado su mejor clasificación histórica en Segunda División. Junto a él, hombres como Catanha, Llorens, Alfredo o Mesas, con quien entablaría una especial amistad.
Con el ‘11’ a la espalda, debutó como blanquiazul el 30 de agosto de 1997 en el Luis Rodríguez de Miguel, en una victoria por 1-0 frente al Eibar en la que fue titular y disputó 51 minutos. Su primer gol no tardaría en llegar, el 10 de septiembre en Vallecas en un partido de Copa del Rey. Durante el año marcaría otros tres, en Liga frente a Toledo, Albacete y Logroñés.
Eto’o formaría parte del histórico once titular que inauguró Butarque el 14 de febrero de 1998 ante el Xerez. El último de los treinta partidos que disputaría como pepinero sería en Toledo el 9 de mayo. Ese año, el Leganés finalizaría la Liga en mitad de la tabla, y Etoo empezaría a despegar como futbolista para después pasar a Real Madrid, Espanyol, Mallorca, Barcelona, Inter, Chelsea y Everton. El resto de su historia no necesita presentación.
Samuel Eto’o siempre ha llevado al Leganés en su corazón y cuando ha podido ha mostrado su cariño al equipo en el que empezó a crecer. Recientemente, envió un mensaje de ánimo desde Londres de cara al ‘Play-Off’ 2014 de ascenso a Segunda: “Fue una de las mejores etapas de mi vida. Allí conocí a una de las mejores personas que he conocido en el mundo del fútbol que es Pepe Mesas y hasta hoy seguimos siendo amigos”.
