Tal día como hoy, hace cuatro años, el Leganés lograba un vital triunfo en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo (0-1) en la antepenúltima jornada de Liga que le permitía seguir dependiendo de sí mismo para ascender a Primera División. El gol de Gabriel y el penalti detenido por Serantes marcaban un duelo ya en la historia pepinera.
El Leganés era segundo antes de esa jornada, pero el Nàstic, tercero, había jugado su partido el día anterior y había ganado a Osasuna. Por tanto, los pepineros tenían que ganar para volver a la zona de ascenso directo. De lo contrario, pasarían a depender de los tarraconenses en los dos últimos choques.
Asier Garitano alineaba a: Serantes; Bustinza, Mantovani, Insua, Albizua; Sastre, Timor; Miramón, Gabriel, Szymanowski; y Asdrúbal. En la segunda parte entrarían Rubén Peña, Alberto Martín y Víctor Díaz.
Los blanquiazules, ese día de verde, tendrían ocasiones para adelantarse en la primera parte, especialmente las de Gabriel, al larguero, y Asdrúbal. Sería en la segunda mitad cuando el propio Gabriel aprovechaba un balón suelto tras una falta lateral para batir con la derecha a Miño.
Poco después, una acción fuera del área entre Mantovani y Toché era sancionada como penalti por Arcediano Monescillo. Sin embargo, Serantes aparecía para detener el penalti de Susaeta en una acción para la historia.
El Leganés conseguiría mantener el resultado y seguía dependiendo de sí mismo para ascender a Primera División por vez primera en 88 años de historia: lo haría si ganaba sus dos últimos partidos de Liga, ante el Llagostera, en Butarque, y el Mirandés, en Anduva.
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